Against The Gods - 2117

  ATG-2117

La escena cambió silenciosamente, pero aún permanecía dentro del Templo del Dios de la Vida. Las imágenes distorsionadas y borrosas ondulaban como el agua.

 

—Maestra, ¿quién es ella? Es tan adorable.

 

Observó a la joven que dormía plácidamente dentro del cristal y exclamó asombrada.

 

El alma de Yun Che tembló violentamente.

 

Era la figura de Shen Xi, la voz de Shen Xi.

 

Aunque la imagen y el sonido estaban gravemente rasgados y borrosos, Yun Che la reconoció al instante.

 

Aunque esa voz tenía la vivacidad de una joven, no la cualidad etérea que él conocía.

 

Li Suo respondió con suavidad:

—En el futuro será mi hija adoptiva, y también será una buena amiga tuya. Solo que aún no he tenido tiempo de darle un nombre.

 

—Un nombre... —Shen Xi pensó por un momento, luego dijo juguetonamente—. Hoy, todas las flores Wuhu en el Jardín Sagrado están en plena floración. Son tan hermosas, como si estuvieran dando la bienvenida a su llegada. Entonces, ¿por qué no la llamamos Wanhu?

 

Li Suo sonrió y asintió ligeramente.

—Está bien.

 

Su voz siempre era tan gentil, con un toque de indulgencia, pero sin la majestad que se esperaría de una diosa suprema.

 

Una voz llegó desde fuera del templo:

—Ling Zhen, el actual patriarca del Clan Divino de los Espíritus de la Espada, ha venido a rendir sus respetos a Lady Li Suo, como fue convocado.

 

—Xi'er, puedes retirarte por ahora.

 

—Sí, Maestra.

 

Un hombre alto, cuya imponente aura era evidente incluso en los fragmentos borrosos de memoria, entró rápidamente e hizo una profunda reverencia.

—Este humilde dios, Ling Zhen, rinde sus respetos a Lady Li Suo. ¿Puedo saber por qué Lady Li Suo me ha convocado?

 

Li Suo no respondió de inmediato, sino que dirigió su mirada hacia la joven dentro del cristal.

 

Ling Zhen siguió su mirada y exclamó sorprendido:

—¡¿El Núcleo Eterno?!

 

—Este humilde dios recuerda que el Núcleo Eterno fue un regalo de Lord Xi Ke para Lord Ni Xuan. Contiene un poder eterno y sirve como base central de la Torre del Dios Elemental, asegurando su estabilidad eterna. ¿Por qué está aquí? Y hay una joven dentro de él...

 

Dejó de hablar, temeroso de decir algo inapropiado.

 

Li Suo declaró:

—Ya no existe un Dios de la Creación Elemental en este mundo, ni tampoco una Torre del Dios Elemental.

 

Ling Zhen frunció el ceño y levantó la mirada, completamente atónito.

 

—No necesitas preguntar más. Esta es la voluntad del cielo, y no puede ser cambiada. —Su voz llevaba una tristeza y desamparo raros para un Dios de la Creación.

 

—Hoy te he convocado para confiarte a esta joven.

 

Ling Zhen respondió respetuosamente:

—Este humilde dios naturalmente obedecerá la orden de Lady Li Suo. Pero... ¿por qué yo?

 

Li Suo explicó suavemente:

—Su nombre es Wanhu, y tanto su cuerpo como su alma son extremadamente especiales. He remodelado su cuerpo y su alma. Sin embargo, una parte de su alma es un alma de espada. Esta alma de espada está medio dañada, pero sigue siendo increíblemente única. La he reparado con mi poder de luz sagrada, pero, de cualquier forma, no puedo lograr que se integre a su cuerpo.

 

—Patriarca Ling Zhen, hace años, tu joven hija Si Yao sufrió una muerte prematura. Para recordarla, preservaste su alma de espada. Espero que puedas fusionar el alma de espada de Si Yao con la suya, usándola como guía para permitir que la nueva alma de espada se integre a su cuerpo. Cuando despierte, será tu hija, Ling Zhen.

 

Los ojos de Ling Zhen temblaron violentamente, y de repente se arrodilló con fuerza, su voz llena de emoción:

—Yo, Ling Zhen, estaría dispuesto a morir diez mil veces para cumplir el sagrado mandato de Lady Li Suo. Pero... mi hija Si Yao tuvo un destino trágico. Como su padre, la fallé durante toda su vida. Cada vez que pienso en ella, me invade un dolor insoportable. Y su alma de espada es el último rastro de ella en este mundo.

 

—Solo en este asunto, solo en lo que respecta a Si Yao, ruego a Lady Li Suo que retire su sagrado mandato...

 

Li Suo dijo suavemente:

—Ella es la hija de Ni Xuan.

La voz de Ling Zhen se detuvo abruptamente. Dirigió su mirada hacia la joven dentro del Núcleo Eterno y la contempló fijamente. De repente, sacudió la cabeza con fuerza y dijo con la máxima determinación:

 

—La gracia del Señor Ni Xuan es algo que mi Clan Divino de los Espíritus de la Espada jamás podrá pagar, ni siquiera después de diez mil generaciones. A partir de este momento, ella es mi hija, Ling Wanhu. ¡Es la pequeña princesa más honrada de mi Clan Divino de los Espíritus de la Espada!

 

—Yo, Ling Zhen, juro por mi vida que le daré una vida de paz y alegría. Incluso si todo el clan es destruido, no permitiré que sufra ningún daño ni tristeza.

 

Sus palabras fueron poderosas y resolutas, como un decreto divino.

 

—Bien. —Li Suo asintió con suavidad—. Con las palabras del Patriarca Ling Zhen, Ni Xuan puede descansar tranquilo.

 

—Sin embargo, no permitas que nadie, incluida ella misma, conozca sus verdaderos orígenes.

 

—Lady Li Suo, puede estar tranquila —dijo Ling Zhen, aún con la voz temblorosa—. No preguntaré nada, y nadie sabrá nada.

 

La escena se desvaneció en una vasta extensión de niebla blanca y luego se disipó por completo.

 

—Parece que este es, efectivamente, el fragmento de memoria que entregaste al Señor Dios Maligno —dijo Yun Che con emociones encontradas—. Probablemente para informarle sobre el paradero de su hija. Y el Señor Dios Maligno siempre lo atesoró cuidadosamente, incluso guardándolo hasta su último vestigio de alma... Quizás, esto fue su único consuelo en sus años finales.

 

—Así que Hong’er entró al Clan Divino de los Espíritus de la Espada de esta manera.

 

—Y su alma de espada es tan compleja. Su propia alma de espada incompleta, heredada de la Emperatriz Diablo del Azote Celestial, despojada de sus componentes oscuros... remodelada por el poder de Ni Xuan... reparada con la sagrada luz de Li Suo... y finalmente fusionada con el alma de espada completa de la hija del patriarca del Clan Divino de los Espíritus de la Espada.

 

—El poder sagrado de su forma de espada proviene de Li Suo... encaja perfectamente con la suposición furiosa de la Emperatriz Diablo del Azote Celestial en aquel momento.

 

—¿Y su extraña habilidad para devorar y fusionarse con espadas? ¿Podría ser un poder hereje derivado de la combinación de la Emperatriz Diablo del Azote Celestial, el Dios de la Creación Elemental, el Dios de la Creación de la Vida y el Clan Divino de los Espíritus de la Espada?

 

—Tengo un poco de curiosidad —dijo Li Suo en voz baja—. Esa niña llamada Ni Jie, ¿cuál era el secreto que quería contarme?

 

Yun Che, sin embargo, no mostró interés en ello.

—La era de los dioses y demonios ya terminó hace mucho. Cualquier secreto de esa época ya no tiene importancia.

 

En ese momento, recordó una pregunta que le hizo la Emperatriz Diablo del Azote Celestial:

 

—Yun Che, ¿crees que debería fusionar sus almas nuevamente?

 

(↑ Capítulo 1461)

 

Y él eligió disuadirla, argumentando que tanto Hong’er como You’er se habían convertido en individuos independientes. Si se fusionaban, sería equivalente a borrar la existencia de ambas.

 

Fue este comentario lo que llevó a la Emperatriz Diablo del Azote Celestial a abandonar decisivamente esa idea.

 

Pensándolo ahora, estaba claro que la Emperatriz Diablo del Azote Celestial vio de inmediato que Hong’er y You’er podían fusionarse nuevamente, y que, después de la fusión, se convertirían en la antigua Ni Jie.

 

En otras palabras, Li Suo había cumplido con la solicitud de Ni Jie en aquel entonces.

 

Esto también explica por qué Hong’er, tanto en cuerpo como en mente, siempre ha sido una joven, como si nunca pudiera crecer.

 

En aquel momento, él disuadió a la Emperatriz Diablo del Azote Celestial de fusionar a Hong’er y You’er. Naturalmente, él mismo tampoco consideraría esta idea. Por lo tanto, esta posibilidad, dejada por la solicitud de Ni Jie y la bondad de Li Suo, no tenía un gran impacto en él.

 

Incluso tuvo un pensamiento fugaz: incluso si Hong’er, que había pasado por una transformación tan extraña, pudiera realmente fusionarse con You’er nuevamente, ¿sería la "restaurada" Ni Jie realmente la misma Ni Jie de antes?

 

—Es cierto que no es tan importante —expresó Li Suo, de acuerdo—. Entonces, ¿este recuerdo que Ni Xuan dejó específicamente para ti tuvo un gran impacto en ti? Por ejemplo... ¿cambió tu estado mental original, tu entendimiento y... tu forma de enfrentar a 'él'?

 

Yun Che no respondió.

 

Después de un largo rato, pareció hablar consigo mismo:

—El Emperador del Castigo Celestial mencionó dos nombres... El Espejo de la Ruptura del Vacío de Panming y la Rueda del Tiempo del Diablo del Nirvana.

 

—Los llamó 'artefactos supremos del diablo' y sus poderes 'los sellos duales de espacio y tiempo,' de los cuales ni siquiera el Emperador del Castigo Celestial podía liberarse.

 

—La suposición de la Reina Diablo en aquel entonces se ha cumplido por completo. Son el 'Espejo del Inframundo' y la 'Perla del Diablo' que la Reina Diablo mencionó en ese momento.

 

—El pasaje abismal perforado, la marea negra del tiempo y la cuna...

Yun Che inhaló profundamente.

 

Li Suo dijo:

—¿Estás preocupado porque el Espejo de Ruptura del Vacío de Panming y la Rueda del Tiempo del Diablo del Nirvana estén en sus manos?

 

—No preocupado —la voz de Yun Che tenía un matiz grave—. Es casi seguro. Todo lo que sé apunta a eso.

 

—Aun así, no hay necesidad de preocuparse demasiado —lo consoló Li Suo—. Aunque el nivel de poder del Abismo es más alto que el del Reino de los Dioses, sigue siendo muy inferior a la era de los dioses y los demonios. Por lo tanto, el poder del Espejo del Inframundo y de la Perla del Diablo no debe haber recuperado sus niveles antiguos.

 

—Además, el Espejo del Inframundo y la Perla del Diablo son, en última instancia, artefactos diabólicos, y "él" es un dios. Está destinado a no poder controlarlos completamente. Según lo que sabemos hasta ahora, "él" necesita reunir el poder de todos los verdaderos dioses del Abismo cada vez que activa el Espejo del Inframundo, probablemente debido a esta razón.

 

Yun Che guardó silencio una vez más, mientras el sonido de sus lentos y constantes latidos resonaba en su mar del alma.

 

—Parece que necesito ajustar mi estrategia ligeramente.

 

En la Formación del Corazón Sereno, Yun Che abrió los ojos lentamente.

 

Tan pronto como salió, fue recibido por la sonrisa ambigua de Meng Kongchan.

 

—Los jóvenes, después de todo, aún no pueden contenerse.

 

Yun Che se sorprendió, pero luego lo entendió.

 

Sintió el aura de Hua Caili, que permanecía no muy lejos. Obviamente, había llegado hace tiempo, pero no se atrevía a acercarse, así que solo podía esperar a que él la encontrara.

 

Yun Che respondió con cortesía:

—Soberano Divino, me pregunto... ¿es conveniente?

 

—¡Conveniente! ¿Por qué no habría de serlo? —dijo Meng Kongchan con franqueza—. Dos herencias divinas perfectas apareciendo en una sola era, esto es un doble milagro divino sin precedentes en la historia. Es completamente natural que ustedes dos interactúen.

 

—Sin embargo, si llegan otros Reinos Divinos, aún deben ser cuidadosos con la propiedad. Tienen un largo futuro por delante, así que no hay necesidad de apresurarse... especialmente con el Reino Divino Ilimitado.

 

—Entendido. No se preocupe, Caili y yo no haremos nada inapropiado antes de que usted allane el camino para nosotros.

 

Yun Che respondió y luego le dijo a Meng Jianxi:

—Hijo Divino Xi, tendré que molestarte para que vigiles los movimientos de los demás Reinos Divinos. Si llegan otros, espero que puedas informarme de inmediato mediante transmisión de alma.

 

Al salir del patio, Yun Che vio a Hua Caili de inmediato. Incluso en esta tierra pura, tan hermosa como una ilusión, su figura seguía siendo deslumbrante.

 

Los hermosos ojos de Hua Caili brillaron, y una sonrisa floreció en su rostro. Un resplandor de luz de espada iluminó el lugar, y se plantó elegantemente frente a Yun Che.

 

—¿Tu padre realmente te dejó salir? —preguntó Yun Che con una sonrisa.

 

Ninguno de los dos avanzó, manteniendo una distancia moderada de tres pasos.

 

—Tuve que hacer muchas promesas para que me dejara salir. Y una vez que lleguen otros Reinos Divinos, tengo que regresar.

 

Hua Caili se quejó, pero sus cejas estaban relajadas y llenas de alegría.

 

—Hermano Yun, ven conmigo rápido. Quiero presentarte a alguien.

 

—Eh... está bien. ¿Dónde está tu tía?

 

—Tía fue a ver al Gran Sacerdote Divino. Aquí en la Tierra Pura no habrá peligro, así que no me seguirá.

 

Con una sonrisa, tomó a Yun Che y voló suavemente hacia una brillante área blanca en el norte de la Tierra Pura.

 

Al mismo tiempo, un rugido poderoso resonó fuera del reino de luz de la Tierra Pura.

 

El arca profunda principal del Reino Divino Ilimitado había llegado.

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